En los últimos diez años las
telecomunicaciones han tenido gran impacto en áreas como la educación, los
negocios, la investigación, el entretenimiento y en general en la cultura, pues
han influido en los estilos de vida de diversas comunidades alrededor del
mundo, lo que ha sido posible gracias al impacto de la Red Mundial de Telecomunicaciones,
más conocida como Internet. La cual consiste en una red de computadoras
interconectadas, que no solamente constituyen el mayor depósito de información
del mundo, sino que integra todos los medios de comunicación anteriores, es
decir, el texto, el audio y el vídeo.
Internet
se ha convertido rápidamente en un medio masivo de comunicación, entre otras
cosas, por su poco control, es decir, que la información que en esta se maneja
no tiene censura, ya que no existe una entidad o grupo de personas que la
“gobiernen”, controlen o regulen, y por su fácil acceso; además, presenta
diversas posibilidades en cuanto a su uso, siendo su característica principal,
a diferencia de los otros medios masivos de comunicación, la interacción
directa del usuario con la red; es decir que el usuario participa en forma
interactiva en el medio, con lo cual puede consultar, recibir información y a
la vez crear y enviar información, tanto en forma global como individualizada;
de esta manera a través de Internet, es posible establecer interacciones
persona a persona, las cuales al enmarcarse en el entorno de la red poseen
características particulares que las hacen diferentes de una interacción cara a
cara.
En esa medida, desde la
Psicología se pueden abordar procesos de construcción de sentido y
significación, mediados por las máquinas y las interfaces de tipo “amigable”[1], tal y
como afirma Turkle “... artículos que alteran la mente, entre ellos gafas,
auriculares y cascos que prometen de todo, desde la relajación hasta un mejor
aprendizaje si nos conectamos a los mismos. Su mensaje es que somos muy
parecidos a las máquinas y que simplemente podemos prolongarnos a ellas como
sus acoplamientos cyborg” [2]. Esta
relación cotidiana con la máquina nos plantea una pregunta interesante respecto
a dicha relación, en la cual las fronteras psicológicas entre el hombre y la
máquina parecen disolverse, entonces, ¿cómo se comprende el hombre en la
relación con una máquina inteligente? y ¿posibilitaría esta comprensión la
atribución de características psicológicas a éstas últimas?, así, los procesos
psicológicos parecen no ser dominio exclusivo del hombre. Precisamente esta
similitud con la máquina fue la que permitió la revolución en las ciencias
cognitivas, al comparar los procesos del ordenador con los humanos. En esta investigación queremos combinar lo que Bruner
llamó el impulso original de la revolución cognitiva, es decir, el privilegiar
el debate en torno de la mente desde la cultura, teniendo como eje la
construcción y comprensión de los significados a partir de una perspectiva
cualitativa, con lo que la desarrolló y al final la limitó en su sentido
original de estudiar la mente y es la reflexión en torno a la informática y la
tecnología del ordenador. No pretendemos equiparar las capacidades de la mente
con las de la computadora, lo que pretendemos es comprender al hombre en su
ejercicio de “dialogar” con la máquina, consigo mismo y con otros a través de
ella, y así comprender los movimientos culturales a partir del impacto de
Internet y su conexión con las nuevas formas de relacionarnos entre sí y con el
mundo, que suponen la comunicación mediada por computador (CMC), en fin,
queremos comprender cómo el hombre en su acto de chatear reinventa o construye
nuevas posibilidades de relación.
Las relaciones que se dan a
través de Internet no solamente comprenden el nivel de interacción
hombre-máquina, sino que incluyen el nivel hombre-hombre a través de la
máquina. Es decir que si el hombre se comprende en forma diferente al
interactuar con la máquina la interacción entre hombres a través de máquinas
también permitiría nuevas formas de construcción de sujeto. Estas relaciones
que pueden establecerse con múltiples usuarios en entornos digitales diferentes
a la calle, el supermercado, el centro comercial, el bus, han dado lugar a una
ruptura en la concepción del yo como unitario, como afirma Turkle “Internet es
otro elemento de la cultura informática que ha contribuido a pensar en la
identidad en términos de multiplicidad. En Internet, las personas son capaces
de construir un yo al merodear por muchos yoes.”[3]
Por otra parte la comprensión tradicional sobre el género, se ha visto afectada
desde sus cimientos porque se funda sobre una visión binaria entre naturaleza y
cultura, entre lo público y lo privado, en otras palabras la teoría del género
empieza a volverse obsoleta, pues la influencia de los discursos sobre las
nuevas tecnologías interactivas han empezado a incidir en la comprensión de lo
corporal, lo sexual y lo referente al género de las personas. En este sentido
la tecnología ha posibilitado, en especial el IRC, el nacimiento de nuevas
subjetividades como producto de la interfaz cuerpo/computadora en torno a la
sexualidad. No sólo son posibles las “simulaciones” de los actos sexuales vía los
diálogos en los Chats (telesexualidad), sino también el cambio de sexo o de
género y la experimentación de sensaciones táctiles, auditivas y visuales a
través de artefactos que actúan como interfaz entre nuestro cuerpo y la
computadora.
En este sentido, la importancia
de esta investigación se fundamenta en el hecho de que a pesar de ser un
fenómeno tecnológico de gran impacto social y cultural, que ha contribuido en
los procesos de globalización, y se ha convertido en una herramienta que interviene
en todos los aspectos de la vida del ser humano, desde las transacciones
comerciales hasta el establecimiento de relaciones afectivas, la psicología en
Colombia no se ha pronunciado de forma amplia, muestra de ello es la poca
bibliografía especializada encontrada sobre el tema, en aquellos en que se
encontró material este provenía de revistas de variedades (como Soho, Cromos,
Semana) o eran investigaciones enfocadas desde la anormalidad/normalidad; a
diferencia de otras disciplinas (como la Comunicación Social, el Derecho, la
Economía, entre otras) que lo han abordado de manera crítica.
Es así como uno de los propósitos de esta
investigación es ver cómo se configuran dichas interacciones y a partir de
ellas cómo se construyen significados que permitan la comprensión de sí mismo y
del otro en este contexto. La exploración, desde la mirada psicológica, de los
nuevos medios de comunicación como Internet posibilita la reflexión en torno a
cómo la tecnología y la cultura, en relación dialógica, abren espacios en los
que se pueden construir nuevas subjetividades, que transforman los estilos de
vida, entendiendo, desde luego, que dichas subjetividades tienen un sentido de
globalidad pero que son recreadas a nivel local, lo cual nos plantea un gran
interrogante, que tratamos de despejar, referida al cuerpo teórico mismo de la
Psicología, que como bien apuntan autores como Tomás Ibañez, Kenneth Gergen,
Sherry Turkle y Jesús Ibañez, entre otros, excluyen la posibilidad de captar un
fenómeno psicológico puro, remitiéndonos así a lo psicosocial. Tal como Gergen
menciona la idea de un yo saturado en el cual la identidad es múltiple y
flexible, podemos pensar el espacio creado por las nuevas tecnologías como un
lugar en el cual emergen continuamente aspectos impensados de nuestra
identidad. Es a través de la Psicología clásica que se ha abierto un campo de
estudio para éstos fenómenos, sin embargo este acercamiento ha tenido como
fundamento la noción clínica que lo acerca a lo patológico, como un ejemplo de
ello es la continua utilización del término desorden de múltiple personalidad
para catalogar a quienes hacen evidente este aspecto del yo. Retomando a la
psicóloga Sherry Turkle, es necesario dar un viraje conceptual a este
constructo psicológico; para ello planteamos algunos cuestionamientos que
pueden servir como el inicio de una nueva reflexión que tenga en cuenta la
masiva utilización de Internet en establecimiento de relaciones y la
posibilidad que nos brinda para comprender que el sujeto se construye como un
hipertexto, en el que confluyen diversos relatos, que pueden ser expresados en
la red, sin que por ello se les señale de anormales, pues la Cibercultura ha
validado esto, lo ha hecho parte de su dinámica, su repertorio de prácticas,
con lo cual adquieren nuevos matices las relaciones y a su vez nos plantean que
inclusive siempre hemos sido virtuales. Entonces, el yo es una construcción
social que cambia en relación a la cultura y que si se asume de esta forma abre
preguntas como ¿Cómo se constituye la identidad cuando el yo se entiende como un
hipertexto?, ¿Qué es el yo, cuando múltiples alteridades
le conforman?.
Tal vez, desde las ficciones que hemos ido
elaborando, consideramos que las interacciones traídas a la mano gracias a la red
mundial de telecomunicaciones hacen más evidente esta perspectiva, de modo que
si asumimos esta perspectiva como punto de partida, es claro para nosotros que
este estudio nos acerca a cuestionar los constructos psicológicos, en los que
se asume al hombre como individuo, como unidad indivisible, como ser inmutable
y nos coloca en la perspectiva de la multiplicidad, que de paso critica
duramente aspectos como el género, la identidad, la personalidad y el yo, todos
ellos caballos de batalla de la Psicología tradicional, y que aunque se han
venido reevaluando y cuestionando, creemos que nunca antes habían tenido un
terreno tan fértil como es, para nosotros, Internet, que hace factible su
crítica, al proporcionar nuevas narrativas que eran impensables, tan sólo, hace
diez años; creemos por lo tanto que este es un primer acercamiento en la
Universidad Santo Tomás en lo referente a la indagación de esta
"realidad", que envuelve infinidad de prácticas culturales, y por
ello, aportará a la construcción de objetos de investigación tal vez
inimaginados; y así, estamos dirigiendo la mirada de la Psicología a nuevos
horizontes, en los que no por simple moda se crean historias y se construyen
significados de lo "cyber", así como "vidas en línea" y las
relaciones se transforman a partir de la tecnología, éste es sin duda el
principal aporte de nuestro trabajo.
Siendo precisamente la
comprensión de éste fenómeno, lo que nos permitirá realizar un aporte desde la
Psicología a la reflexión que se viene siguiendo desde hace algún tiempo en
torno a Internet como fenómeno cultural en tanto que se constituye en un
espacio social de construcción de sentidos de lo humano, y de esta forma
propiciar nuevos interrogantes que posibiliten otras investigaciones, de forma
que se convierta en un campo de investigación de interés para la Psicología en
Colombia y particularmente en la Universidad Santo Tomás con la creación de un
proyecto de investigación dentro de la línea de Psicología y Cultura denominado
Ciberculturas.
Planteamiento
del Problema
El sentido de esta investigación es
comprender ¿cómo significan los “navegantes”
las relaciones interpersonales que establecen a través del uso del IRC
(Internet Relay Chat - repetidor o difusor de conversación en Internet)?. A
partir de ello reconocer que significados se crean y se recrean en torno a la
relación entre usuarios. Es decir, cómo significa y comprende las relaciones
que él mismo construye a través de Internet y en este proceso qué significados
se crean y se recrean en esta interacción.
A partir de esta pregunta central hemos
elaborado otras preguntas que nos sirven para ampliar la perspectiva de la
investigación respecto al fenómeno.
·
¿Qué imágenes mentales construyen los
navegantes de las personas con quienes interactúan a través del Chat?
·
¿Qué expectativas se
tejen en torno a las relaciones que se establecen?
·
¿Qué sentido tiene para
los cibernautas la interacción a través del texto escrito?
·
¿Cómo se expresa el nivel
conativo y simbólico en las relaciones establecidas a través del Chat, las
cuales están mediadas por el texto escrito?
·
¿Qué concepciones del
mundo construyen los navegantes a través del uso del IRC?
·
Comprender los significados[4]
que los “navegantes” construyen de las relaciones interpersonales que
establecen a través del uso del IRC (Internet Relay Chat - repetidor o difusor
de conversación en Internet).
·
Explorar las concepciones[5]
que del mundo se construyen a través del uso de las nuevas tecnologías
comunicativas (IRC).
·
Comprender las expectativas[6]
que construyen los navegantes en torno a las relaciones que establecen.
·
Describir la forma como se expresa el nivel conativo y
simbólico[7]
en las relaciones basadas en texto, propias de la interacción en el IRC.
·
Comprender el sentido[8]
que tiene para los cibernautas la interacción mediada por el texto escrito.
·
Explorar las concepciones que construyen los cibernautas
de los otros en el entorno del Chat.
Información al respecto en edwinvelar@starmedia.com willgom@uole.com
Palabras Claves:
Relaciones Interpersonales, Investigación Cualitativa, Cibercultura,
Construccionismo, Internet, Posmodernidad, Cultura, Chat, IRC,
Multiculturalismo, Complejidad, Mass Media, Significados.
[1] Entendemos por interfaces amigables aquellos dispositivos de Hardware o Software que permiten relacionarse con la máquina fácilmente sin necesidad de conocimientos técnicos referentes al funcionamiento interno del ordenador.
[2] TURKLE, Sherry. La Vida En La Pantalla. Pág. 225. Ed. Paidós, España. 1995.
[3] Ibid, Pág. 227.
[4] Significado
es la construcción que se realiza en interacción a partir de aspectos
semánticos propios de la lengua y de los sentidos sociales propios de la
interacción, a partir de los cuales el sujeto se ubica en el mundo.
[5] Concepciones,
son ideas e imágenes respecto a las experiencias cotidianas que configuran un
mapa a partir del cual se hace cognoscible el mundo, que se estructuran
mentalmente en la comprensión de los fenómenos en los cuales interactúa el
sujeto. En cuanto a la realidad mediada del Chateo, que separa la presencia
física de la acción en una relación, pero que permite la vivencia en tiempo
real de la misma, se hace posible una comprensión del mundo en la que las
fronteras políticas y la idea de espacios geográficos se redefinen por la idea
de tele-presencia y espacio virtual.
[6] Las expectativas
las concebimos como las ideas referidas al futuro, construcciones
significativas en función de las experiencias que se esperan vivir. En el
trabajo entendemos las expectativas como parte del plan de vida que construye
el sujeto con respecto a las prácticas que realiza y a las personas que están
involucradas en esta acción. Es lo que se espera de las relaciones virtuales,
dado que el contexto cara a cara ha sido desplazado por la mediación de la
máquina y así el proceso de establecimiento de una relación ha cambiado, ya que
la primera imagen a la que se tiene acceso no es física sino de índole virtual.
[7] Con la expresión simbólica se logra un segundo nivel de significación en el que lo
que se define como objeto ya no está en relación directa con el significado. El
acto simbólico supone una reelaboración de las cosas, es decir, que las
expresiones como codificación suponen un marco de lenguaje.
[8] El
Sentido se puede comprender como el por qué se hace una acción y su
comprensión en relación a la historia de vida y las experiencias vividas en
cada contexto. Tiene que ver con el sentir del sujeto en el momento de
interactuar con el entorno, de esa manera construye una significación de tal
práctica. La forma como el sujeto se orienta en determinada realidad que está
viviendo y, a su vez, son las sensaciones, la explicación que se da a él mismo
respecto a cualquier práctica social que realiza. Entendemos que la práctica de
la conversación no es frecuente a través de lo escrito y menos si se trata de
un contexto en tiempo real, el referente más parecido que encontramos es el de
las relaciones epistolares, pero esto ha sido redefinido por el correo
electrónico; de forma que la exploración que pretendemos hacer se refiere a las
sensaciones que viven los protagonistas al construir imágenes del otro a partir
de su visualización en un texto en una pantalla. Finalmente, y de acuerdo con
lo anterior, nuestro último objetivo se orienta a la exploración de esas
imágenes del otro, puesto que nos parece importante comprender en qué forma se
visualizan los sujetos en un entorno en el que lo corporal está mediado por
Bits.